#sinCiencia No al recorte en ciencia


Me sumo también a la iniciativa #sinCiencia lanzada por Amazings para concienciar sobre la catástrofe que suponen los recortes en ciencia para el futuro de España.

1) Es cierto que no se forma a los universitarios ni en la la innovación ni en la forma de desarrollar proyectos propios. Por lo tanto, son muchos conocimientos que generan un valor añadido muy pequeño o nulo. Supongo que el Plan Bolonia mejorará este tema.

2) Los empresarios españoles de mi área geográfica no tienen el más mínimo interés en invertir ni siquiera una pequeña parte de los inmensos excedentes generados durante la época de las vacas gordas en proyectos que se salgan de lo tradicional. Esto provoca que la economía acabe dependiendo de uno o dos sectores con lo que se hace vulnerable. Por otra parte, estos sectores suelen requerir mano de obra de baja cualificación. 

Esto contrasta con algunos países (que entraron antes en la revolución industrial) en los que rápidamente se aplicó con éxito la ciencia a la actividad económica. 

En conclusión, si los que vienen por abajo no son innovadores y los que ya están arriba no se gastan un duro en tirar del carro de la innovación pues como que tenemos un problema.

Mi impresión es que se trata de un problema cultural: si no se valora la ciencia, tampoco se valora la innovación. Sin innovación no hay crecimiento económico. 

Un problema cultural no se soluciona a base de meter pasta, se soluciona con voluntad y con el esfuerzo de educar a la población desde muy pequeñitos en valores como la racionalidad, el método científico y el placer de descubir y conocer lo que nos rodea. 

Hay que decir bien claro que es verdad que lo que hace un futbolista es divertido, pero que también lo es diseñar timones de barcos o antibióticos. Y qué decir de encontrar una nueva necesidad e intentar ganar dinero con ello... ¡aunque a veces no se tenga éxito!.

Estoy hablando de un compromiso de toda la sociedad, a todos los niveles, para cambiar nuestras prioridades en pos de conseguir un mejor futuro.

En una sociedad moderna y cohesionada como la nuestra (toco madera), si empezamos ahora deberíamos conseguir resultados en unos diez o quince años. Entre todos, somos capaces de hacerlo.